La alcalinidad de la piscina se tiene que encontrar dentro de unos rangos adecuados para que el agua esté en buen estado y sea posible bañarse sin exponerse a problemas.
Una de las situaciones más habituales es que la alcalinidad se reduzca y haya que elevarla. Por ello, es fundamental que sepas cómo subirla para que puedas salir de este tipo de situación.
Conocimientos básicos para comenzar sobre el mantenimiento de piscina
Antes de nada, queremos hacer un repaso por lo fundamental que debes saber sobre la alcalinidad. La alcalinidad es un factor del agua que representa la capacidad que tiene para enfrentarse a los ácidos que hay en la misma. Se muestra como la cantidad de carbonato de calcio que hay en el agua cuando llevas a cabo un análisis químico.
Uno de los problemas cuando los niveles no son adecuados o la limpieza de la piscina no se realiza con regularidad es la aparición de algas. Sin embargo, no es el único problema, el agua turbia, las paredes verdes, los ojos rojos de los bañistas y otras consecuencias puedes sufrirlas si tu piscina no cuenta con el mantenimiento correcto.
Por ello, desde Cubriland siempre apostamos por las cubiertas de piscina como una de las mejores propuestas para ahorrar en productos y mantenimiento gracias a la protección que ofrece una cubierta al agua de piscina frente a agentes externos como el viento, la lluvia o los insectos.
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Siguiendo con nuestro artículo de hoy, el nivel de alcalinidad conveniente tiene que estar entre 125 ppm como mínimo y un máximo de 150 ppm. Si bien puede haber otros márgenes tolerables dentro de las circunstancias, te tienes que asegurar de tener una alcalinidad que se encuentre, salvo excepciones, dentro de ese rango. Y, como te decíamos antes, lo más frecuente es que esté más bajo que alto, así que necesitarás saber cómo aumentarlo.
¿Qué se necesita para aumentar la alcalinidad?
La clave del aumento de alcalinidad reside en un elemento determinado: el bicarbonato de sodio. Si bien vas a encontrar muchos productos dirigidos a esta finalidad, lo cierto es que la mayor parte de ellos coinciden en el mismo tipo de composición. O, al menos, disponen de ese ingrediente común que se repite en todas las propuestas disponibles.
Por lo tanto, solo tendrás que fijarte en que, el producto que seleccionas tiene bicarbonato de sodio. Así de fácil será aumentar la alcalinidad de la piscina, ya que, en realidad, no vas a necesitar ningún otro producto o ingrediente.
¿Cuál es el proceso para subir la alcalinidad?
Primero asegúrate de la cantidad de bicarbonato de sodio que necesitas poner en el agua. Dependerá del volumen y de la situación del agua. Cuando ya sepas qué cantidad tienes que poner, comienza el proceso depositando en el interior un máximo del 75%.
Podrías poner una proporción inferior, incluso del 50%, sobre todo si crees que te va a costar distribuirlo o dependiendo de si el aumento que tienes que hacer en la alcalinidad es mayor o menor.
A continuación, ponte las gafas protectoras y comienza a distribuir el bicarbonato. Tienes que asegurarte de que, al depositar el bicarbonato, se encuentra bien distribuido a través de toda la zona de la piscina. Lo siguiente que debes hacer es activar la bomba de la piscina. No tengas prisa, puesto que este proceso no va a ser precisamente rápido.
La bomba tendrá que estar activada un mínimo de seis horas. Eso conseguirá que su distribución sea equitativa por todo el agua y que, al mismo tiempo, se disuelva con eficacia.
Después de transcurrir ese periodo de tiempo, te recomendamos que hagas de nuevo una prueba química del agua para comprobar en qué estado se encuentra la alcalinidad. Aquí te tienes que asegurar de que el nivel ha ascendido al volumen adecuado y que no ha quedado por encima. Dependiendo del resultado que obtengas, tendrás que seguir poniendo bicarbonato de sodio (recuerda que no habrás puesto todo el porcentaje) y repetir el proceso que te hemos enseñado a hacer.
Antes no te hemos hablado del nivel de pH, pero es necesario que lo tengas en cuenta. Cuando ya hayas quedado satisfecho con el nivel del bicarbonato de sodio, lo siguiente que tendrás que hacer será comprobar que el pH también se encuentra en un estado correcto. Así sabrás que la composición química no le dará problemas a ninguno de los bañistas.




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