Si disfrutas de la piscina y la has convertido en uno de tus lugares preferidos de la casa, seguro que te entristece encontrártela, después del invierno, con el agua turbia. Esto no ocurre siempre, pero se trata de uno de los problemas más frecuentes en las piscinas domésticas. Y lo cierto es que lo primero que suele ocurrir es que nos bloqueamos sin saber qué hacer al respecto.
¿Por qué el agua de la piscina está turbia? ¿Cómo solucionar este problema? ¿Cómo conseguir limpiar el agua de la piscina si está turbia?
A continuación, te vamos a explicar qué es lo que tienes que hacer para devolverle al agua de la piscina toda su claridad.
Para comenzar, limpia la piscina
Uno de los motivos por los que el agua de la piscina se pone turbia es por la gran cantidad de agentes externos que la contaminan a lo largo del tiempo. La mayoría no se pueden evitar, de manera que es importante mantener el cuidado del agua y tenerla limpia. Entre estos agentes se incluyen los insectos, el polvo, la arena que arrastra el viento o las hojas que caen de los árboles. Todos estos elementos dejan sedimentos que, acumulándose, pueden llegar a afectar de forma notable al agua.
Acude a nuestro artículo sobre cómo evitar bichos en la piscina para conocer los remedios que pondrán fin a este problema.
Por lo tanto, comienza limpiando el agua de la piscina con una red. Recoge todos los residuos, hazlo poco a poco con cuidado de llevarte todo aquello que no deba estar en el agua. Si cuando termines de limpiar, el agua todavía está turbia, te recomendamos hacer un análisis del agua.
Analiza el estado del agua
Tener constancia científica de cuál es el estado en el que se encuentra el agua nos ayudará a tener una idea más concreta de qué puede estar pasando. La limpieza manual del punto anterior es más cómoda y rápida, pero llegados a este punto hay que ir un poco más allá y subir el nivel.
El análisis que hay que hacer es de la dureza del agua, la alcalinidad, el nivel de pH y el estado del cloro. Una vez tengas los resultados, solo tendrás que compararlos con los niveles medios que están recomendados.
Una vez tengas los resultados, solo tendrás que compararlos con los niveles medios que están recomendados.
En el caso de la dureza, tiene que ser de entre 200-300 partes por millón. La alcalinidad debe estar entre 90-120 partes de millón, ni por debajo ni por encima. Por su lado, el nivel de pH debe estar en un mínimo de 7,2 y un máximo de 7,6, mientras que para el cloro debemos poner como tope los 1,2 mg por cada litro.
Teniendo en cuenta los resultados, ya sabrás qué medidas tendrás que adoptar dependiendo del valor que hayas encontrado desajustado. No obstante, es posible que todos los valores estén dentro de los rangos recomendados y que sigas sin saber qué ocurre.
¿Qué hacer en ese caso?
Otras medidas para limpiar la piscina
Librarte del problema que tienes en la piscina requerirá otras acciones. Antes de pasar a consejos domésticos, te recomendamos llevar a cabo una de estas acciones:
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Limpia el filtro y revisa el tiempo durante el cual está en funcionamiento. Es posible que lo tengas configurado para trabajar poco tiempo. Preferiblemente te recomendamos que esté encendido 9 horas en época de baño. El sistema de filtrado de la piscina tiene que funcionar perfectamente para evitar que se mantenga turbia el agua.
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Usa un clarificador para que el proceso de limpieza llegue más a fondo. Ten cuidado con la forma en la que lo usas, ya que es sensible y hay que hacerlo con cuidado.
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Cambia la arena del filtro porque quizá ha perdido eficacia con el paso de los lavados. Así, podría no estar actuando frente a todo tamaño de las partículas que ayudan a aumentar ese aspecto turbio del agua. Como hemos dicho, el filtrado de la piscina es la base de su mantenimiento.
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Retira parte del agua y pon agua limpia. Con una reducción puntual de la cantidad de agua, el posible que los filtros actúen mejor y eliminen todas las partículas en suspensión que enturbian nuestra piscina.
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Usa un floculante para que puedas limpiar todas las partículas nocivas con el uso de un limpiafondos, pero hazlo poniendo atención a las medidas. Recurriremos al uso de floculantes si estamos seguros de cómo utilizarlos.
Remedios caseros por si todo lo demás falla
¿Todas las ideas que te hemos dado no han funcionado? La situación puede comenzar a frustrarte. Aún así, cabe la posibilidad de que la solución se encuentre en un remedio casero. No hay que restarles relevancia a la vista de que, no en pocas ocasiones, han terminado siendo la solución.
Una de las ideas es que vuelvas a los resultados previos del análisis del agua. ¿Cómo salió el cloro? Si el nivel de cloro no estaba muy fino, quizá un poco por debajo de lo normal, lo mejor es que pongas más claro en el agua y que esperes a que actúe.
Si lo que estaba un poco irregular era el pH, necesitarás poner en el agua una dosis de bicarbonato de sodio. En ambos casos las posibilidades de que el agua deje de estar turbia son elevadas.
Recuerda que tenemos un artículo en nuestro blog que indica el tratamiento de tu piscina para el inicio de la temporada.
- Una vez que hayas puesto en marcha todo lo anterior, tu piscina volverá a tener un aspecto espectacular para poder iniciar la temporada de baño. ¡Al agua patos!