Mantenimiento de la piscina: tareas diarias o semanales

La única manera de garantizar que nuestra piscina esté perfecta y que es posible bañarse en ella en todo momento, es mantener un riguroso proceso de mantenimiento diario y semanal. Pero ¿Qué tareas hay que realizar para lograrlo? ¿Cuáles son los aspectos que se deben cuidar cada día? ¿Y cuáles son los que debemos controlar de manera semanal?

En las próximas líneas te vamos a presentar una guía del proceso a realizar de forma diaria y, después, el semanal. Cubriendo estas tareas os aseguraréis de tener la piscina en perfectas condiciones.

Tareas diarias de mantenimiento de la piscina

Solo hay tres procesos que nos tenemos que asegurar de que se llevan a cabo cada día. No son complicados, por lo que no debes imaginar que vas a tener que dedicarle una gran atención a la piscina.

1.

Lo primero que hay que hacer es usar el recogehojas para limpiar la piscina y retirar los elementos externos que hayan caído a lo largo de las últimas horas. Es frecuente que podamos encontrar distintos residuos sobre el agua, como polvo, arena, ramas, hojas o cuerpos de insectos. Habrá que retirarlos a diario para mantener el agua de la piscina limpia y que no se vea afectada con el paso del tiempo

2.

Otro de los aspectos a realizar será el filtrado. Es importante que diariamente se configure la piscina para que el filtro esté funcionando un mínimo de dos horas al día.

3.

Por último, siendo esto lo que más tiempo te llevará, hay que asegurarse de que, a diario, el nivel de cloro se encuentra en un rango adecuado. Para ello, ten en cuenta que la recomendación es que esté entre un mínimo de 0,6 y un máximo de 1,5 ppm. Si no es así, recuerda que escribimos un artículo sobre los niveles ideales de cloro para tu piscina y cómo mantenerlos.

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Tareas semanales para mantener la piscina a punto

Con el mantenimiento diario no es suficiente, por lo que deberás tener control sobre la piscina también de manera semanal. Y aquí es cuando se pone todo más serio, ya que son los procesos de mayor relevancia y los que no debes dejar pasar ninguna semana. Porque si no usas el recogehojas un día no pasará nada, pero si dejas las tareas semanales aparcadas, sí que notarás cómo el estado de la piscina se expone a riesgo y a perder en calidad.

Muchos de los procesos que tienes que llevar a cabo se reúnen alrededor del análisis del agua.

  • Lo primero, en este sentido, es que analices el nivel de pH del agua. Hay diversas circunstancias y factores que pueden derivar en que el pH oscile de una manera negativa, lo que puede producir un efecto muy nocivo en el agua. Por ejemplo, si el tiempo ha cambiado de forma extrema, es posible que el pH se haya alterado.

  • Cuando hagas el análisis ten en cuenta lo siguiente: el mínimo de pH tiene que ser de  7,2 y 7,6, como máximo.

  • Después de comprobar el pH hay que ponerse manos a la obra con los procesos de limpieza. Los cestos que tienen los skimmers se tienen que limpiar a fondo. También hay que asegurarse de que los filtros se encuentran limpios, dándoles un repaso semanalmente.

  • En algún momento los filtros comenzarán a mostrar signos de agotamiento, por lo que habrá que proceder a su cambio. Los lavados que hagas del filtro no tienen por qué ser excesivos, ya que con un par de minutos de forma semanal siempre estarán a punto.

  • A continuación, recurre al limpiafondos.

  • PERO ANTES DE COMENZAR A PASARLO Y LIMPIAR EL FONDO DE LA PISCINA

    Asegúrate de que la superficie no se encuentra turbia. Si tuviera residuos o distintas impurezas que se hayan acumulado, tendrías que usar floculantes. En este caso, espera a que esta sustancia actúe y lleve a que los residuos vayan cayendo hasta el fondo.

  • En ese momento ya estarás listo para pasar el limpiafondos y dejar la piscina perfecta. Las paredes y el fondo son claves en el mantenimiento de tu piscina.

  • Por último, no te olvides de usar un producto antialgas. La cantidad debe ser reducida, sobre todo si el estado del agua es bueno. Pero no te olvides de hacerlo, porque de esta forma evitarás que se formen residuos y zonas verdes propias de las algas, garantizando que la piscina estará lista de forma permanente.