En uno de nuestros anteriores artículos hablábamos de las principales ventajas de la natación. Y en esta ocasión vamos a hablar específicamente de los beneficios de nadar durante el embarazo.
Este deporte es recomendable para todo tipo de persona, pero sobre todo para las mujeres embarazadas. Es cierto que en esta etapa hay que prestar especial atención al deporte que se realiza. Es importante que el ejercicio sea de bajo impacto y que pueda realizarse de forma suave y progresiva.
A continuación, vamos a hablar de las ventajas que conlleva practicar natación a las embarazadas y por qué se recomienda tanto esta práctica deportiva.
1º
Mejora la circulación
Realizar deporte mejora la circulación sanguínea, un aspecto muy importante en este momento de una mujer. Por lo que es conveniente realizar este tipo de actividad para proteger y cuidar el cuerpo.
De esta manera se reduce la aparición de varices, hinchazón en los tobillos o los calambres. Es muy común que todas estas circunstancias se den durante el embarazo.
2º
Fortalecer músculos y articulaciones
Dado que este deporte se realiza bajo el agua, el impacto para el cuerpo es mínimo. Un ejercicio muy práctico para evitar posibles lesiones. Además, permite sentirse a gusto porque no se nota el peso aumentado durante el embarazo.
Es óptimo tanto para fortalecer los músculos y las articulaciones del cuerpo, a la vez que se evita el sobrecalentamiento muscular. Incluso, nadar es muy útil para tener una buena postura horizontal. Esto conllevo a distribuir mejor el peso, no sobrecargar las articulaciones, aliviar el dolor de espalda y cadera…
3º
Mayor tranquilidad
Realizar deporte y de una forma tan segura ayuda a conciliar el sueño por la noche, por tanto a dormir mejor. Además, contribuye a esta más relajada durante todo el día y reducir el estrés y los nervios. También ayuda a aumentar la confianza en cuanto a las condiciones físicas para recibir el parto.
Lo mejor de este deporte es que al ser en el agua se reduce el riesgo de lesiones y traumatismos que se pueden sufrir, por lo que es recomendable para la mamá y el bebé. Sobre cuándo empezar a nadar, siempre hay que seguir las recomendaciones de los especialistas. Pero, por lo general, se puede realizar la práctica deportiva desde el primer momento.
Consejos para nadar durante el embarazo
Por lo general, el estilo de natación que se practique no es importante. Puede realizarse la técnica que más se prefiera. Es aconsejable ducharse tanto antes como después de entrar a la piscina. También realizar la actividad de una forma progresiva.
Esta actividad puede practicarse tanto en piscinas públicas como en piscinas privadas. Por lo que si tienes piscina en casa, ya sea una cubierta o no, puedes también nadar con precaución sin necesidad de ir a una pública.
Es importante seguir las recomendaciones de los profesionales, dado que en los embarazos de alto riesgo no se aconseja practicar este tipo de ejercicio. Pero, si tu caso lo permite, disfruta del agua y diviértete.