La profundidad no es un dato técnico secundario: condiciona la seguridad, el confort y los costes de mantenimiento. Una piscina demasiado honda eleva el consumo de agua y energía, mientras que una demasiado somera limita el nado y el disfrute de los adultos.
En Cubriland repasamos los criterios esenciales para decidir cuántos centímetros o metros debe tener tu vaso, de modo que la instalación se adapte a tu rutina familiar y a tu presupuesto a largo plazo.
Define el uso principal de la piscina
Antes de marcar cotas en el proyecto, pregúntate qué actividades dominarán la lámina de agua. Si el objetivo es tumbarse en una hamaca acuática, jugar con niños pequeños o relajarse con un baño de sol, una zona de 0,70 m a 1 m resulta perfecta: los peques hacen pie, los adultos se sientan y la climatización consume menos energía.
Para practicar nado continuo, lo recomendable es reservar al menos un carril de 1,20 m a 1,40 m en el que la brazada no roce el suelo. Y si sueñas con tirarte de cabeza o instalar un trampolín, necesitarás una fosa que alcance 1,80 m como mínimo para absorber el impacto de la zambullida.
Ten en cuenta quién la usará
Una piscina familiar rara vez es territorio exclusivo de adultos. Niños, invitados que nadan poco o personas mayores agradecerán zonas donde puedan ponerse de pie y recuperarse con facilidad. Por esa razón, el esquema más práctico combina una playa o escalera amplia (0,30 m-0,50 m), una franja lúdica (0,90 m) y un extremo profundo para nado o juegos más exigentes.
Esta distribución permite que cada bañista encuentre su nivel de confort sin comprometer la seguridad general.


Evalúa el impacto en costes y mantenimiento
Cuanto mayor es la profundidad media, más agua, más productos químicos y más energía necesitas para mantener la temperatura y la calidad del agua.
Un vaso de 8 × 4 m con fondo plano a 1,80 m consume hasta un 30 % más que el mismo vaso con pendiente suave de 0,90 m a 1,60 m.
Si tu objetivo es contener las facturas, conviene limitar las áreas de gran calado al espacio estrictamente necesario para saltos o natación.
Además, el agua de una piscina con menor profundidad se calienta antes con un sistema solar o con la bomba de calor y recupera la temperatura más rápido bajo una cubierta.
Diseños habituales y recomendaciones generales
Optar por una piscina con dos zonas diferenciadas de profundidad con una pendiente o rampa progresiva en medio multiplica los usos sin disparar los consumos. El bañista se desplaza con comodidad y el tratamiento químico se distribuye de forma homogénea. Además, en parcelas con niños o mascotas, la transición gradual aumenta la seguridad. Si un menor se adentra, la profundidad crece de forma previsible y permite reaccionar antes de que pierda pie.
Un fondo completamente plano sólo resulta aconsejable cuando la función está muy definida (por ejemplo, un vaso recreativo poco profundo en un hotel o un canal exclusivo de entrenamiento).
Cuando este diseño se combina con una cubierta, la eficiencia se incrementa todavía más. Estas medidas no sustituyen la vigilancia, pero añaden una barrera física que impide accesos accidentales a las zonas hondas y mantiene a salvo a niños y mascotas.
Además de esa seguridad adicional, la cubierta contribuye a estabilizar la temperatura en los diferentes niveles de profundidad y frena la degradación del cloro por radiación UV. El resultado es una piscina más versátil y segura, con un gasto energético y químico sensiblemente menor a lo largo de la temporada.
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Por último, antes de excavar es imprescindible consultar los requisitos municipales, ya que algunas ordenanzas limitan la profundidad máxima o exigen una distancia mínima a linderos y edificaciones.
Elegir la profundidad adecuada pasa por equilibrar tres factores: el uso previsto, el perfil de los bañistas y los costes de explotación. Un diseño escalonado, playa, zona lúdica y área de nado, ofrece la versatilidad necesaria para que toda la familia disfrute con seguridad, manteniendo a raya el consumo de agua y energía.
Si estás pensando en instalar una cubierta con tu nueva piscina, contacta con el equipo de Cubriland. Estudiaremos tu caso y diseñaremos una propuesta que se ajuste a tus rutinas, tu parcela y tu presupuesto, garantizando una piscina funcional y eficiente desde el primer chapuzón.


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