Durante el invierno, es común pensar que la piscina puede “descansar” hasta la próxima temporada de baño. Sin embargo, descuidarla durante estos meses puede provocar problemas que afecten tanto al agua como a la estructura, y que después resulten más costosos y laboriosos de solucionar.
Si quieres mantener tu piscina en buen estado y evitar sorpresas desagradables en primavera, te contamos cómo realizar una limpieza eficiente y qué pasos seguir para conservarla en óptimas condiciones durante los meses de frío.
¿Por qué es importante mantener la piscina limpia en invierno?
Aunque no la utilices, la piscina sigue estando expuesta a las inclemencias del tiempo. El agua puede acumular hojas, insectos, suciedad o residuos orgánicos que, si no se eliminan, afectan la calidad del agua, favorecen la proliferación de algas y sobrecargan el sistema de filtración.
Además, las bajas temperaturas pueden deteriorar algunos componentes si no se hace un mantenimiento mínimo. Por eso, realizar pequeñas tareas de limpieza durante el invierno no es necesario si quieres evitar reparaciones mayores más adelante, además de el gran trabajo que te costará cuando quieras volver a ponerla a punto.
Limpieza de la piscina en invierno: Pasos clave
1. Retira los residuos visibles de la superficie
Con una red recogehojas, elimina regularmente las hojas, ramas o insectos que caigan al agua. No esperes a que se acumulen, ya que al descomponerse afectan el equilibrio químico del agua.
2. Cepilla paredes y fondo
Aunque no se use, es importante cepillar las paredes y el fondo de vez en cuando para evitar que se formen depósitos de cal, algas o suciedad adherida. Una limpieza cada 3-4 semanas es suficiente para mantener todo bajo control.
3. Aspira el fondo si es necesario
Si notas acumulación de residuos en el fondo, pasa el limpiafondos manual o automático para eliminar la suciedad. Esto evitará que se forme una acumulación de residuos que acaben obstruyendo los filtros.
4. Revisa y limpia el sistema de filtración
Comprueba que el filtro de la piscina y la bomba estén funcionando correctamente. Limpia los cestos del skimmer y la bomba, y si usas un filtro de arena, realiza lavados periódicos (backwash). Un sistema limpio y funcional es clave para que el agua se mantenga clara.
5. Revisa y limpia el sistema de filtración
El pH debe mantenerse entre 7,2 y 7,6, y los niveles de cloro entre 1 y 1,5 ppm. Aunque en invierno la actividad bacteriana disminuye, es importante evitar que el agua se vuelva inestable. Un desequilibrio puede derivar en la proliferación de algas y bacterias.
¿Y si no quieres preocuparte por la limpieza en invierno?
Uno de los grandes aliados del mantenimiento invernal es, sin duda, la instalación de una cubierta para piscina. ¿Por qué?
Reduce drásticamente la suciedad que cae al agua: hojas, insectos, polvo y otros residuos ni siquiera llegan a tocar el agua.
Mantiene la temperatura más estable y evita la evaporación, lo que protege la calidad del agua.
Protege el agua y la estructura de tu piscina.
Evita tener que limpiar constantemente, ya que actúa como barrera protectora durante todo el invierno.
En definitiva, una cubierta te permite olvidarte del mantenimiento intensivo durante los meses fríos y al llegar la primavera, tener la piscina en perfectas condiciones.
Consejo extra: realiza una limpieza más profunda al final del invierno
Cuando el invierno llega a su fin y las temperaturas comienzan a subir, es el momento ideal para preparar tu piscina de cara a la nueva temporada de baño. Una limpieza más profunda en este punto es clave para asegurar que el agua esté en buen estado y todos los componentes funcionen correctamente.
Empieza aspirando el fondo de la piscina para eliminar cualquier resto de suciedad, hojas o sedimentos que se hayan acumulado durante los meses fríos. A continuación, revisa todos los elementos del sistema de filtración: limpia los skimmers, comprueba que la bomba funcione con normalidad, y si utilizas un filtro de arena, realiza un lavado a contracorriente para ponerlo a punto.
También es fundamental ajustar los niveles químicos del agua. Mide el pH, el cloro, la alcalinidad, la dureza cálcica y corrige cualquier desviación para asegurarte de que el agua esté equilibrada. Un pequeño tratamiento de choque puede ser recomendable si ha pasado mucho tiempo sin añadir desinfectante.
Si tu piscina está excesivamente sucia te contamos cómo limpiarla en este post.
Limpiar tu piscina durante el invierno no tiene por qué ser complicado ni requerir mucho tiempo. Con pequeñas tareas de mantenimiento cada pocas semanas puedes evitar problemas futuros y conservar tu piscina como nueva. Y si prefieres no preocuparte en absoluto, instalar una cubierta es la mejor decisión, protege el agua, reduce la necesidad de limpieza y te garantiza una piscina lista para disfrutar cuando la quieras usar.
¿Quieres saber qué tipo de cubierta se adapta mejor a tu piscina? Contacta con los expertos de Cubriland y te ayudaremos a encontrar la solución perfecta.
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