Si el agua de tu piscina no está transparente del todo y te frustra no disponer de un lugar de ensueño en el que bañarte, es posible que el problema se encuentre en la arena del filtro. Por ello, te vamos a enseñar a cómo cambiar la arena del filtro de la piscina paso a paso. Aunque, antes de hacerlo, repasaremos algunos de los conocimientos relacionados que debes tener en cuenta.
¿Cuándo fue la última vez que cambiaste la arena del filtro?
Una de las reglas no escritas del mantenimiento de piscinas se encuentra en que no hay una fecha exacta en la cual la arena del filtro vaya a fallar. Todo depende del modelo, del uso que se haga de la piscina, del mantenimiento y de otros aspectos alternativos.
Por ello, hay personas a las que la arena del filtro se les echa a perder en un periodo de tres años, mientras que otros disfrutan de un buen rendimiento en un volumen medio de entre 4 y 5 años. Los más afortunados pueden llegar a usar la piscina sin cambiar el filtro de arena a lo largo de periodos de incluso 8 años.
¿Qué puede afectar a la arena del filtro?
Hay un cúmulo de factores muy diverso.
¿Cómo cambiar la arena del filtro paso a paso?
Para comenzar, recuerda que la seguridad es lo primero. Por lo tanto, tienes que comprobar que la depuradora de tu piscina se encuentra apagada. Es posible que, si la sueles usar con el modo automático, tal y como hacemos muchas personas, te lleves un susto si no la apagas antes.
También tienes que revisar las válvulas. Ciérralas todas para tener máxima seguridad.
Echa un vistazo a tu filtro. Es posible que tenga una abertura en la parte de abajo. Te recomendamos que la abras, puesto que de esa manera la podrás usar como conducto para liberar la arena. Ahora abre la ranura de la parte de arriba haciendo uso del sistema que tenga (pueden ser varios, pero uno de los más habituales se basa en un sistema de tornillos).
Cuando abras la ranura superior o consigas desmontar la tapa superior, verás que hay un tubo. Esta se trata de una de las piezas más delicadas del filtro, y al estar abierta, vas a tener que asegurarte de protegerla. Puedes usar algún tipo de paño con la intención de bloquear el conducto y que así no entre nada dentro.
Ahora ya puedes comenzar a vaciar la arena del filtro. Utiliza alguna herramienta que te resulte más cómoda para recoger la arena y sacarla fuera. Lo más recomendable es un aspirador que esté preparado para trabajar con líquidos, pero si no lo tienes, tampoco debes preocuparte.
Todo este proceso tiene que llevarse a cabo con delicadeza, ya que hay componentes que son sensibles, como las crepinas, pero procura retirar todos los restos de arena posibles. Cuando hayas acabado con la arena, limpia el filtro y déjalo con un aspecto que resulte adecuado. Un buena lavabo y enjuague de los sistemas de filtración retirando la arena anterior es la base del proceso que estás realizando.
Lo siguiente que tienes que hacer es poner agua en el filtro hasta que llenes la mitad de su capacidad. El motivo de ello es que el agua servirá como sistema de protección ante la carga de la nueva arena. De nuevo, te recordamos que todo este proceso es delicado, así que no te lo tomes a la ligera. Tras poner el agua, comienza a llenar el filtro de arena.
Antes de terminar, tienes que asegurarte de que las juntas del filtro se encuentran limpias y en buen estado. Para que no haya ningún tipo de inconveniente, te recomendamos poner una capa de vaselina. Eso ayudará a que el cerrado de la tapa, la cual tienes que poner a continuación, resulte más eficiente. Procede a la abertura de los accesos correspondientes, enjuaga el filtro y ya estará listo para su uso.
