Cómo tapar una piscina en invierno

Uno de los requisitos fundamentales para que puedas proteger tu piscina en invierno es saber cómo taparla de forma efectiva. Si lo haces, estarás protegiendo su interior y asegurándote de lograr buena calidad del agua para el siguiente verano.

A continuación, te vamos a hablar de las diferentes propuestas que hay disponibles para que aprendas cómo tapar una piscina en invierno. Eligiendo cualquiera de estas opciones te asegurarás el éxito y disfrutar de un alto nivel de satisfacción.

Protección con cobertor

Una de las opciones disponibles en el mercado para proteger tu piscina es la instalación de un cobertor. Como te explicaremos después, hay distintos tipos de cobertor entre los que puedes elegir. Lo puedes colocar en la piscina tanto si tienes intención de vaciarla durante el invierno, como si tu intención es dejarla con agua.

De lo que se ocupa el cobertor es de proteger y aislar el vaso, así como el agua en el caso de que la dejes puesta. Esas son las dos principales preocupaciones que tienen que pasar por tu cabeza: vaso y agua. Una función que también podemos realizar con las cubiertas de piscina.

El agua se mantiene limpia, a una temperatura adecuada y el vaso no sufre ningún tipo de daño. Se bloquea la caída y entrada de agentes externos que puedan resultar nocivos para la piscina. Y, como extra, tiene la ventaja de proteger para evitar que se produzcan caídas.

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    Ventajas de usar cobertor o cubierta para la piscina

    Por si tienes dudas, antes de explicarte los tipos de cobertor o cubiertas, te vamos a enumerar los principales beneficios que tiene su utilización. Estos serán apreciables desde el primer momento, en especial si ya has intentado mantener la piscina en buen estado durante un invierno sin la instalación de un cobertor. Así es como más notarás la diferencia.

    Sin hojas, insectos ni desperdicios: olvídate de todo lo que cae en el agua de manera frecuente.

    Adiós a la preocupación por las caídas: las mascotas no se tendrán que andar con ojo, ni tampoco los niños. Tranquilidad total.

    Evita las algas: el cobertor no permite que se produzca fotosíntesis ni tampoco deja que los rayos UV traspasen hasta el agua. Así no se generarán microorganismos, ni tampoco tendrás problemas con la proliferación de algas.

    Reutilizar el agua: por supuesto, este es uno de los beneficios más obvios. ¿Te imaginas el ahorro que supone poder usar agua sin cambiarla durante cuatro años?

    Protege contra las heladas: este es uno de los principales problemas del invierno. Con una cubierta lo que estás haciendo es generar una protección a modo de colchón de aire que protege la estructura del vaso y el agua.

    Tipos de cobertor para piscina

    Hay tres tipos de cobertor entre los que te recomendamos elegir. Cada uno aporta una serie de rasgos y características a tener en cuenta. El primero de ellos es el cobertor de PVC.

    1.

    Se trata del modelo más clásico y recurrente. Tiene un alto nivel de aceptación debido a que es fácil de instalar y porque su precio es asequible para todos los bolsillos.

    El material más utilizado para su fabricación es PVC, presentándose a modo de lona. En su construcción también se suele usar poliéster y polipropileno. Cada material realiza unos aportes distintivos, pero al final todos tienen un objetivo común: proteger la piscina de una manera eficiente.

    Una de las ventajas de estos materiales, en especial del polipropileno, es que tiene una gran capacidad para resistir los efectos del clima. No importará si hay helada, si los rayos ultravioletas son muy intensos o si la lluvia es constante.

    2.

    Otra de las propuestas es el cobertor motorizado. Estas cubiertas con motor tienen un precio más elevado, pero la tranquilidad y comodidad que aportan es de otro nivel. Disponen de su propio sistema automatizado que simplifica el proceso de abrir y cerrar la cubierta. Puede estar fabricada con una amplia variedad de materiales, como PVC, y presentarse en distintas formas.

    Una de las preferidas de muchos de los propietarios de piscinas es la deslizante. Pero también hay modelos de cubiertas motorizadas que son enrollables o que se instalan directamente sobre el suelo.

    Una de las mejores cosas que aportan estos cobertores es que tienen una gran solidez en lo que se refiere a mantener el agua de la piscina con una buena temperatura.

    ¿Qué significa esto? Que, si un día amanece totalmente soleado y te apetece darte un baño, podrás hacerlo al abrir la cubierta. Notarás cómo el agua no se ha quedado helada por los días de frío, sino que tendrá una temperatura estable respecto a los meses anteriores. Eso es calidad de vida en sí misma.

    3.

    Por último, si en lugar de acudir a las lonas de protección para el invierno, queremos algo más completo que mantenga nuestra piscina durante todo el año protegida podemos pensar en cubiertas de piscinas de estructura fija durante el año. Como en el caso anterior, hay tipos de cubiertas planas, pero también podemos adquirir cubiertas altas de diferentes tipos.

    Hace unas semanas publicamos un artículos sobre las mejores cubiertas de piscina que puede ayudarte en tu elección. En concreto nos decantábamos por los modelos Assen, Barein o San Marino que puedes consultar en nuestra web.

    En Cubriland recomendamos especialmente las cubiertas de policarbonato celular o bien las opciones asequibles en cubiertas de aluminio. No obstante, la mejor opción es que contactes con nosotros y te informemos de todas las posibilidades adaptadas a tu tipo de piscina y a las necesidades que tengas de uso. Rellena con  tus datos el formulario de este post y nos pondremos en contacto contigo en la mayor brevedad posible.

    Escojas la opción que escojas lo más importante es mantener tu piscina cubierta protegida de las inclemencias del tiempo al aire libre y mejorar su limpieza y funcionalidad.