En el momento en el que te comienzas a plantear la instalación de una cubierta en tu piscina, una de las primeras preguntas que te haces es cuáles son las diferencias entre las cubiertas automáticas o desmontables y las fijas. Porque seguro que has leído en más de una ocasión que estos dos grupos son opuestos y que cada uno de ellos es capaz de proporcionarte unas características.
A continuación, te vamos a explicar lo que necesitas saber de una forma sencilla y rápida para que te puedas mentalizar con facilidad de las diferencias que existen.
Una diferencia fundamental entre cubiertas automáticas y fijas
La principal variación entre los dos tipos de cubierta la puedes apreciar al instante. Se trata del formato que tiene la cubierta en sí misma. Las cubiertas fijas son estructuras que, una vez instaladas, ya no se pueden mover. Permanecen fijas de una manera constante, algo que puede ser de tu agrada o no según tus necesidades.
Por su lado, las cubiertas automáticas disponen de sistemas de apertura y cierre que aportan mucha más flexibilidad para que los puedas usar cuando quieras.
Es posible que, con esto en cuenta, pienses que lo más recomendable es una cubierta desmontable o telescópica, porque te aporta esa flexibilidad que tan cómoda resulta. Pero en el día a día, no hay una respuesta definitiva que te vaya a indicar que un modelo es siempre mejor que el otro. Porque lo cierto es que una gran parte de ello está relacionado con las propias exigencias que tengas y con aquello que te pueda parecer más interesante.
O, como te explicaremos ahora, que un tipo u otro encaje mejor contigo también puede estar atribuido al presupuesto que tengas.
Puedes ver nuestro artículo sobre cómo elegir la cubierta adecuada para tu piscina.
Ventajas de las cubiertas fijas frente al resto
Por lo general, estas cubiertas fijas tienen capacidad para hacer un filtrado conveniente de los rayos del sol, lo que ayudará a que la temperatura en el agua se mantenga a un buen nivel y que, dentro de la estructura, también se tengan sensaciones agradables. Además, no menos importante, se proporciona una protección ante la lluvia que no impedirá que la familia se pueda bañar incluso cuando llueva. Ese acaba siendo un gran valor que todo el mundo disfruta para exprimir mucho más las oportunidades de disfrutar de la piscina.
Estas cubiertas fijas también tienen la ventaja de protegerte de muchos de los insectos que suelen acercarse al agua y del viento o de cualquier otro tipo de problema exterior. Esa comodidad es algo que acaba marcando la diferencia como en este modelo Assen.
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Pero las cubiertas automáticas no se quedan atrás
No hay que dejar de lado el éxito que tienen también las cubiertas automáticas. También pueden retener el calor que se haya ido acumulando gracias a los rayos del sol. Esos grados adicionales que el agua retiene son muy valiosos, ya que a largo plazo te permitirán extender más la temporada de baño y seguir disfrutando de la piscina incluso fuera del tiempo habitual.
Su ventaja es que su proceso de mantenimiento y limpieza es mucho más cómodo, en especial si comparamos una cubierta automática con una fija que sea de altura elevada. Además, no hay que preocuparse por el esfuerzo de abrir y cerrarla, porque con simplemente pulsar un botón ya será posible hacerlo.
La principal ventaja que vemos en las cubiertas de tipo movibles es que puedes escoger entre bañarte tranquilamente sin sufrir el intenso calor de los rayos del sol o bien sentir el viento en tu cara. Sólo necesitas plegar el techo o alguno de los márgenes o paredes de la cubierta para disfrutar de lo que prefieras cada día.
En Cubriland contamos con cubiertas telescópicas que son el top del sector:
Por lo tanto, al final es una decisión que dependerá más o menos de tus propios intereses. ¿Qué crees que sería lo más adecuado para tu piscina?
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