Cómo hacer una piscina de agua salada

Tener una piscina en casa proporciona grandes niveles de satisfacción, pero no siempre estamos a gusto con los productos químicos que se utilizan para su mantenimiento. El cloro, por ejemplo, no es lo que más nos guste tener que manejar, y mucho menos tenerlo cerca si hay niños en casa. De todo ello te hablábamos en nuestra guía de mantenimiento de piscinas.

Por ello, aprender cómo hacer una piscina de agua salada puede ser algo que te cambie la vida. A muchas personas ya las ha llevado a disfrutar mucho más de sus piscinas. ¿Quieres saber cómo?

Modificar el sistema de filtro para tu piscina de agua salada

El sistema de filtrado es el lugar donde se encuentra el secreto del cambio del agua en la piscina. Si quieres convertir tu piscina en una de agua salada, es el lugar por el cual debes comenzar. La buena noticia es que no se trata de un proceso tan complicado como puedas imaginar. Siempre es recomendable contar con profesionales, pero si ya has hecho modificaciones y arreglos en tu piscina, quizá quieras ser tú mismo el que se anime con el cambio.

Necesitamos un clorador salino para llevar a cabo su instalación en el equipo de depuración de la piscina. En el momento en el cual lo hayas colocado, la piscina cambiará su forma de actuar y usará un proceso de electrólisis para dar forma al cloro gaseoso que necesitamos.

Lo bueno de este cloro es que, en el momento en el cual ha hecho su trabajo, se disuelve en el agua de una manera totalmente natural convirtiéndose en sal. Así se produce la desinfección sin necesidad de sufrir la presencia de compuestos tóxicos a largo plazo. El sistema de cloración salina es la clave.

Agua salada en cualquier piscina

Siguiendo con el proceso, cuando el agua de la piscina interactúa con el clorador salino que está junto a los electrodos, se produce el proceso de transformación en hipoclorito sódico. Es esa sustancia la que genera la desinfección del agua que garantiza el cloro y que justifica su sustitución. Así se eliminan las bacterias y los microorganismos que pueda haber en el fondo o en la superficie y que están poniendo en riesgo a los bañistas.

En el momento en el cual el cloro se ha evaporado, se llevará a cabo la desinfección y se podrá tener la seguridad máxima de haber hecho uso de un sistema natural y ecológico. Pensando de una manera global, es un método que resulta valioso para los bañistas y que, por otra parte, también es beneficioso para asegurarnos de favorecer al medio ambiente.

Procedimiento para poner agua salada en la piscina

Si tienes pensado hacer la instalación sin la ayuda de un profesional, te recomendamos seguir esta guía.

  • Comienza asegurándote de tener espacio de sobras en la tubería de retorno para colocar el regulador y sonda de pH, el sistema de electrólisis, la sonda de temperatura y la inyección de ácido.

  • A la instalación que hemos indicado en los párrafos anteriores, tendrá que seguir un proceso de limpieza integral, puesto que no puedes comenzar con el cambio de agua sin asegurarte de que todo está limpio. La temperatura del agua es fundamental: tiene que estar a 15º, ni más, ni menos.

  • Luego añade sal, entre 4 y 6 kg por cada uno de los metros cúbicos que tengas de agua dentro de la piscina.

A partir del momento en el que cambies el agua de la piscina por agua salada, comenzarás a beneficiarte de sus propiedades desde el primer momento.

Lo más inmediato es el ahorro que tendrás en términos económicos, puesto que no tendrás que volver a adquirir cloro como lo hacías antes.

Además de esto, es una forma en la que la piscina será menos agresiva para los ojos y la piel. Para algunas personas, como quienes están luchando contra el cáncer, el agua salada es mucho más recomendable, ya que resultará más suave en el contacto con su piel.

Por otro lado, recuerda que la piscina necesitará mantenimiento, como asegurarnos de que el nivel de cloro gaseoso es el correcto y que el volumen de sal está en una franja adecuada. Todo ello garantizará a corto y largo plazo que el agua salada permanecerá de forma conveniente en la piscina y que así podrás disfrutar del baño sin ningún tipo de problema.

poner agua salada en la piscina
Descubrirás que, garantizar que el cloro gaseoso y la sal están a un buen nivel, es algo mucho más sencillo que otros tipos de mantenimiento. Por ello, resulta, a todas luces, una transformación muy recomendable dado que, aunque la inversión inicial pueda resultar algo costosa, a la larga, los beneficios son muy notables: ahorro en productos de mantenimiento, beneficios para la piel, mejor sistema de desinfección, etc.