Cómo eliminar las algas de la piscina

Si quieres darte un baño en tu piscina, pero te la has encontrado llena de algas, necesitarás emprender un proceso de limpieza con el que la puedas dejar muy limpia. Aprender cómo eliminar las algas de la piscina es más fácil de lo que puedas creer.

Pasos para acabar con las algas en piscinas

En las próximas líneas te explicaremos qué es lo que tienes que hacer y cómo limpiarla para que vuelva a relucir como el primer día.

1.

Prepara la piscina para su limpieza

Una de las bases de la limpieza de piscinas se encuentra en saber que hay que preparar el agua antes de comenzar a limpiar. El motivo de esto se encuentra en que si no preparas la piscina, los productos de limpieza que utilices no actuarán de la misma manera. Es decir, la eficacia del proceso de limpieza no cumplirá con los estándares que necesita tu piscina, por lo que tendrás que invertir más cantidad de producto o sufrir un proceso mucho más largo.

Por lo tanto, lo primero que tienes que hacer es asegurarte del nivel de pH en el que se encuentra el agua. Sea cual sea el resultado, recuerda que tendrás que ajustar el pH hasta que se encuentre en un nivel adecuado, exactamente uno de entre 7,2 y 7,4.

Lo más probable es que, en el análisis del pH, hayas descubierto que se encuentra a un nivel elevado. El motivo de ello es que las algas se generan de forma más frecuente y rápida en el caso en el que el nivel de pH sea alto.

2.

Comienza a limpiar

Luchar contra las algas no es algo que haya que tomarse a broma. Hay distintos métodos a los que tienes que recurrir con la intención de eliminarlas y que así la piscina pueda estar mucho mejor cuidada. Estas son algunas de las mejores ideas:

3.

Cepillado de paredes

Ante todo, recuerda que no tienes que limitarte a un método de limpieza de algas. Puedes combinar varios. El motivo de decir esto es que el cepillado siempre hay que combinarlo con otra técnica, al menos en la mayoría de los casos. Para un buen cepillado es conveniente que tengas un cepillo de calidad y que hagas movimientos intensos y con decisión.

A las algas les encantan las paredes y suele ser la parte de la piscina en la que se pegan más. Limpia a conciencia para no dejar nada

4.

Aplica oxígeno o cloro

No olvides la importancia que tienen los tratamientos con productos químicos especializados. El cloro, por ejemplo, es uno de los recursos que más se usan en las piscinas y que tendrás que asegurarte de regular de forma eficiente para que el agua siempre se encuentre limpia. Sigue las indicaciones de los productos que compres y asegúrate de no cometer ningún error con la cantidad que viertes en el agua.

La efectividad del cloro en buenos niveles para tu piscina puede ser una de las claves para acabar con las algas. Además, puedes sacar partido a los eliminadores de fosfatos, con los que luchar contra las algas resulta mucho más sencillo.

5.

Filtra el agua

Es posible que ya tuvieras un sistema de filtrado y que lo estés usando, aparentemente, de una manera correcta. Pero si de todas formas te han salido algas, lo más razonable es imaginar que todavía podrías ajustar un poco más el funcionamiento del sistema de filtrado. Para ello, aumenta el periodo de tiempo durante el cual se hace el filtrado y así te asegurarás de que el agua esté más limpia.

5.

Limpia manualmente

Cuando todo lo demás falla, el esfuerzo de una limpieza manual siempre es bien recompensado. No solo hablamos de que limpies las paredes como antes hemos mencionado, sino de que recojas las algas que estén flotando, que limpies las paredes y que te asegures de que la piscina está bien cuidada. Con invertir un poco de tiempo en limpiar podrías llegar a tener una piscina perfecta.

6.

Mantén la limpieza

Pero lo más importante, sobre todo cuando ya has limpiado la piscina y está como nueva, es que garantices que el mantenimiento será bueno y que así no volverán a aparecer algas. Las algas son una demostración física de que no se está haciendo un buen trabajo por mantener la piscina cuidada. Para remediarlo, hay que hacer controles semanales de pH, cloro y alcalinidad. Si alguno de los niveles está descuidado, es necesario ponerse manos a la obra para usar productos que los regulen.

Además, hay que limpiar periódicamente y usar productos antialgas con los que la frecuencia o velocidad de aparición de las mismas se reducirá de manera considerable.