Llega el invierno y decimos adiós a esos días de verano en los que, con felicidad, saltábamos a la piscina y disfrutábamos tomando el sol mientras los niños chapoteaban. Pero esto no significa que nos podamos olvidar de la piscina y de su mantenimiento. En realidad, si sabes cómo mantener una piscina en invierno en buenas condiciones, ahorrarás en gran medida, puesto que conservarás el estado de la misma y podrías llegar a mantener el agua durante una buena cantidad de temporadas.
Pasos para la hibernación de la piscina
¿Quieres saber cómo hacerlo? Solo tienes que seguir leyendo y te explicaremos los pasos más adecuados a seguir con la intención de conseguirlo. Si todo sale bien, seguro que lograrás que tu piscina mantenga el agua con buena calidad durante, al menos, cuatro temporadas.
Recuerda que todos estos pasos de mantenimiento son mucho más fáciles de realizar cuando tu piscina cuenta con una cubierta que la proteja de las inclemencias del tiempo y reduzca las tareas de limpieza.
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Sesión de limpieza en invierno
Te vas a despedir de la piscina hasta el próximo verano, pero esto no significa que la dejes de lado de forma inmediata sin ningún tipo de cuidado. En realidad, lo primero que tienes que hacer es una sesión de limpieza intensa que te garantice que el mantenimiento será el adecuado.
Límpialo todo. Desde los skimmers hasta los filtros. Concéntrate en cada una de las partes del vaso y, por supuesto, no te olvides de dejar el fondo como nuevo, porque seguro que después del verano necesita un repaso. Además, dale un buen repaso a las paredes y elimina cualquier residuo que haya quedado alrededor.
La nota positiva es que, después de esta limpieza, sí que sabes que ya no tendrás que limpiar la piscina hasta la próxima temporada de baño. ¿Qué significa eso? Que puedes recoger todo lo que uses para la limpieza y que siempre suele estar de por medio, como la manguera o el limpiafondos. Déjalo todo lo más ordenado que puedas.
Ajusta el nivel de cloro y el pH
Hay que asegurarse de dejar el agua en un estado de conservación perfecto. Esto implica comprobar los niveles de cloro y pH para saber que se encuentran en el nivel correcto. Usa un kit de análisis y asegúrate de conseguir que el agua se quede con un pH de entre 7,2 y 7,6. Si no está dentro de esos valores, tendrás que usar un producto especializado que te permita alcanzarlos.
Lleva a cabo una cloración y deja que el filtro haga su trabajo durante un periodo de entre cuatro y ocho horas. El cloro se ajustará dentro de ese espacio de tiempo. Luego limpia el filtro.
Aplica el producto invernador
Cuando hayan pasado 24 horas desde el proceso de cloración explicado en el punto anterior, puedes llevar a cabo la aplicación del producto invernador. Ten en cuenta que hay dos modelos entre los que tienes que elegir dependiendo del tipo de piscina que tengas: invernador líquido o invernador flotante.
Sigue las instrucciones de esta sustancia invernadora y recuerda que, dependiendo de lo que hayas usado, tendrás que hacer un mantenimiento de nuevo bajo condiciones específicas. Por ejemplo, con el invernador flotante deberás aplicar una nueva dosis cada seis semanas. En otros casos, el tiempo de mantenimiento aumenta hasta varios meses.
Depuración diaria
Es necesario que, a partir de este momento, recuerdes hacer una depuración de la piscina cada día o pocos días. No tiene que ser un proceso largo. En realidad, será suficiente con un periodo de 15 minutos o, si es posible, lo puedes alargar hasta la media hora para que sea más efectivo. El motivo de este proceso es atacar a la humedad que, en ocasiones, se genera en la piscina y en sus componentes.
¿Vives en una zona muy fría?
En ese caso tienes algo más que hacer. Te recomendamos que hagas un vaciado en el cual te asegures de que el filtro se queda sin agua. No solo eso, sino que te tienes que asegurar de que el nivel de agua de la piscina se reduce.
El punto más recomendable es entre 5 y 7 cm por debajo de la posición de los skimmers. Vaciar la piscina un poco te garantizará que el frío no producirá ningún efecto dañino sobre la instalación.
Si tienes la posibilidad, pon un objeto pesado en el fondo de la piscina. Eso ayudará a que la presión que se ejerce debido a las bajas temperaturas no acabe siendo un problema para el estado de la piscina. Hay muchos objetos entre los que puedes elegir, pero el peso que te garantizan garrafas grandes de agua llenas, siempre es una garantía. Piensa en algo que no deje residuos, porque si se ensucia la piscina debido a ese objeto, estarás actuando en contra de su mantenimiento.
Para más seguridad: una cubierta
Por último, la medida que siempre recomendamos, porque sabemos de buena mano que ya ha ayudado a evitar cientos de incidentes, es la instalación de una cubierta. Lo que estarás haciendo al cubrir la piscina será blindar la piscina para que no genere ningún susto debido a que se caiga en ella una mascota o un niño que esté jugando cerca de ella. Como te hemos comentado, puedes ponerte en contacto con nosotros y responderemos cualquier duda que tengas relacionada con las cubiertas de piscina.
Lo mejor es que además puedes usar la piscina durante más tiempo, porque tal y como te contábamos en nuestro artículo sobre cómo calientan las cubiertas de piscinas el agua, el efecto que crean en su interior mejoran las condiciones para estirar la temporada de baño. Además de evitar los días de viento en el caso de las cubiertas altas.
Asimismo, el cobertor aporta la ventaja de reducir el volumen de mantenimiento que necesitará la piscina de aquí al próximo verano, así que eso le da puntos adicionales. Unos beneficios para tu piscina que no podemos dejar de lado.