La climatización de las piscinas exteriores es uno de los procesos más recurrentes entre quienes tienen este tipo de instalación en el hogar. No en vano se trata de una de las mejores ideas para disfrutar más de la piscina y que toda la familia pueda pasárselo bien bañándose con la mejor temperatura posible. Pero ¿cuáles son los métodos de climatización y qué hay que saber sobre ellos?
En esta guía para la climatización de tu piscina te vamos a contar todo lo que necesitas saber a fin de que puedas tomar una decisión adecuada sobre cómo quieres climatizarla. Y en especial, lo que vamos a hacer es hablaros de los tres grupos de climatización:
Sistemas de calefacción para climatizar la piscina
Son una de las propuestas más comunes, sobre todo debido a la variedad de opciones entre las que se puede optar para mejorar la temperatura del agua. Los métodos de calefacción recurren a sistemas clásicos como los calentadores eléctricos, que se ocupan de calentar el agua con precisión y potencia, aunque su consumo es un poco elevado. Además, antes de decantarte por este sistema, deberás conocer bien el resultado según el volumen de agua de tu piscina.
Otra posibilidad son las bombas de calor, en cuyo caso se aprovecha el calor del aire para terminar transmitiéndolo al agua, resultando en un medio más económico. Con la bomba de calor para piscinas conseguiréis alargar la temporada de baño, lo cual agradará a toda la familia, pero debes descubrir primero cual es el modelo que se adapta a cada tipo de piscina. Sólo así realizarás una compra perfecta.
También se incluyen en este grupo los paneles solares, que tienen la gran ventaja de no producir ningún tipo de consumo una vez se han instalado. Y no olvidemos los intercambiadores de calor, en los que el agua se envía primero a una zona de calentado en la cual el gas utilizado como combustible la calienta antes de volverla a enviar a la piscina.


Cubiertas con las que climatizar piscinas
En el mercado existen otros acabados que pueden dar una mejor apariencia inicialmente a tu cubierta de piscina. Es el ejemplo de la madera, que puede mostrar un aspecto encantador pero su mantenimiento y resistencia es peor que el de la estructura de aluminio.
Las cubiertas fabricadas en aluminio resisten ante cualquier condición climática y, por ello, es una opción cada vez más demandada. Tanto en cubiertas para piscinas altas como bajas. La lluvia, el viento o el frío no comprometen su construcción.
Además, si el problema es el aspecto exterior debes saber que, hoy en día, las posibilidades de diseño son ilimitadas.
Las cubiertas tienen la ventaja añadida de no implicar un consumo adicional una vez se han instalado. Además, tienen funciones adicionales que no están nada mal, como servir de sistema de seguridad.
Las cubiertas bajas, por ejemplo, se colocan en la superficie de la piscina y evitan accidentes, ya que su posición permite el cierre de la zona de baño. Hay modelos fijos o móviles dependiendo de la preferencia de cada usuario.
También destacan las cubiertas altas, que crean un entorno ideal para aumentar el volumen de la temperatura gracias a la exposición que tienen a los rayos del sol. Normalmente, son elementos que ayudan mucho a incrementar el nivel de satisfacción en la piscina, aportando en vistosidad y también en su funcionalidad para mejorar la climatización.
En esta categoría también incluimos los cobertores solares para piscina, unas lonas con sistema de burbujas que se colocan en la superficie del agua y se ocupan de recoger el calor de los rayos del sol para transmitirlo al agua y mantener la piscina climatizada. Hay diversos modelos de mayor o menor grosor, lo que influye en la manera en la que actúan, siendo uno de los sistemas más baratos de climatización, aunque no el más efectivo por motivos obvios.
En uno de nuestros artículos del blog, te explicábamos algunas otras diferencias entre tipos de cubiertas para que puedas escoger con más información.
Sistemas de deshumidificación para calentar piscinas
Además, tampoco hay que dejar de lado los sistemas de deshumidificación, que están pensados para quienes dispongan de una piscina cubierta. Esto los aleja de ser uno de los modelos más habituales, pero en piscinas de interior suelen ser la mejor opción para aquellos casos en los que se requiere tener un ambiente un poco más cálido.
Lo que hacen es absorber la excesiva humedad que se genera en el entorno de la piscina para reducir su efecto y que el ambiente llegue a ser perfecto. Son máquinas muy precisas, ya que deben conseguir unas condiciones muy determinadas en las que no se sentirá ni sequedad, ni tampoco se tratará de un entorno en el cual el moho pueda germinar. Hay diferentes modelos que varían, sobre todo, dependiendo de su tamaño y de la zona donde se colocarán.
- Con estos sistemas de climatización no fallarás cuando estés en proceso de darle a tu piscina un buen nivel de climatización. Ya sea que utilices un sistema de calefacción o te decantes por una cubierta, en todos los casos tendrás la garantía de mejorar la temperatura. Eso sí, siempre hay que recordar que este tipo de instalaciones las tienen que hacer profesionales con experiencia en esta tarea.