Mantener en buen estado el filtro de la piscina es fundamental para que el agua esté libre de impurezas. Por desgracia, en el filtro se pueden producir diversos efectos y problemas que hagan que su rendimiento se reduzca. En ocasiones, por ejemplo, se puede dar el caso de que la presión del filtro tenga fluctuaciones.
No es recomendable ni que suba ni que baje la presión y se aleje de los niveles de estabilidad, por lo que es importante hacerle un mantenimiento regular a fin de saber que siempre se encuentre en buen estado. Para ello, saber cómo quitar la presión al filtro es crucial.
¿Qué hacer si aumenta la presión del filtro de la piscina?
Si hay una subida de presión, es necesario que aprendas a bajarla y que así se pueda estabilizar. Tener el filtro en un buen funcionamiento ayudará a que no se produzca ningún tipo de daño al equipo interno de la depuradora. Normalmente, la presión aumenta cuando el filtro se encuentra muy sucio y la arena se ha ido apelmazando en su interior.
Si este es el caso, la solución es hacer un lavado profundo del filtro y conectarlo de nuevo para verificarlo. En el caso de que la presión continúe estando alta, debes hacer un cambio de la arena del filtro, pues lo más probable es que la arena no esté en buen estado. También vale la pena revisar si la tubería de retorno tiene algún tipo de problema.
¿Cómo abrir el filtro de arena cuando la presión está alta?
Por lo tanto, tras apagarlo, tienes que cerrar todas y cada una de las válvulas que tiene la piscina, bajar el sistema térmico y el diferencial del sistema de la piscina, y abrir el purgador del aire del filtro. Al final, vuelve a abrir el filtro de manera segura. Cabe destacar que, si la depuradora se encuentra por debajo del nivel del agua, tendrás que bajar el nivel hasta que quede por debajo de los impulsores.
¿Qué hacer cuando sube la presión del filtro?
Como decíamos antes, uno de los motivos principales por los que la presión del filtro puede haber aumentado es que se encuentre sucio. La acumulación de partículas de suciedad en el filtro puede acabar siendo un problema a largo plazo para el sistema de depuración. El motivo es que, al pasar esto, se produce que, en el proceso de absorción y expulsión de agua de la piscina, se haga un volumen de fuerza superior.
Cuando esto ocurre, tienes que limpiar el filtro en profundidad, tanto la arena como el filtro de diatomeas. Con el paso del tiempo, es normal que la arena se apelmace con la suciedad, ralentizando la velocidad del ritmo y haciendo que cada vez le resulte más complicado llevar a cabo su trabajo. Si el filtro de diatomeas se bloquea, la presión del filtro aumenta de manera inevitable.
Para que esto no ocurra, lo más recomendable es que hagas un proceso de limpieza, como poco, dos veces al año. Eso ayudará a que las condiciones de filtrado siempre sean las adecuadas y que el rendimiento no se reduzca.
Para que la sesión de limpieza sea más efectiva, recuerda que es mejor que la lleves a cabo después de haber aplicado un tratamiento de desinfección con alguicidas y floculantes. Así te asegurarás de que las partículas fluirán mejor y de que la limpieza será profunda y lo dejará todo inmaculado.
¿Y si el problema es que baja la presión?
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