Mantener correctamente los niveles de pH en una piscina es esencial para garantizar la calidad del agua y la seguridad del baño. Lo ideal es mantener el nivel de pH entre 7,2 Y 7,6.
Si estos niveles son elevados; es decir, están por encima de 7,6, significa que ha aumentado la alcalinidad del agua y puede llegar a ser perjudicial. Por tanto, es muy importante reducir el ph de la piscina hasta conseguir regularlo.
Tener el PH elevado provocará que el agua esté en mal estado. Esto puede llegar a infectar el agua y puede provocar picores tanto en los ojos como en la garganta y la nariz. Para evitar que bañarse en nuestra piscina sea peligroso, debemos bajar el PH. En Cubriland os damos algunos consejos para regular el PH de vuestra piscina.
Disminuir el PH utilizando productos químicos
Disminuye el ph utilizando algún producto químico específico que sea reductor de PH, ya que son productos totalmente especializados para conseguir ese efecto. Su uso es muy sencillo.
Kit de prueba para reducir el ph
En primer lugar, tenemos que utilizar un kit de prueba. Este sirve para analizar el agua antes de echar el producto reductor en cuestión. De este modo, podrás medir el nivel de pH que tiene tu piscina y, en función de eso, sabrás qué cantidad de producto echar. Cabe destacar que hay dos tipos de kit de prueba: los tubos o las tiras de prueba; el tipo a elegir queda a vuestra elección.
1º
En cualquier caso, debemos introducir el tubo o la tira dentro del agua durante un tiempo y luego retirarlos.
2º
A continuación, comprobamos el color que ha salido con el del manual que aparece en nuestro kit y sabremos el nivel de PH que hay en nuestra piscina. En el caso del tubo, deberemos mezclar el agua con el producto que viene en el kit y agitarlo; entonces, ya nos saldrá el color para saber el PH.
Aplicar el producto reductor de PH
Una vez sabemos la cantidad PH del agua, debemos pasar al siguiente paso: reducirlo.
3º
Es el momento de utilizar el producto reductor de PH que hemos mencionado al principio del artículo y que disminuye el PH. La cantidad adecuada es la de 2cl de producto por cada metro cúbico de agua que tenga la piscina. Hay que ir repartiéndolo por toda el área de la piscina, hasta que se diluya por completo con el agua.
En este proceso, es recomendable encender la depuradora para que el filtrado sea más rápido. Una vez acabemos de echar la cantidad adecuada del producto, deberemos esperar el tiempo adecuado hasta poder bañarnos en la piscina de nuevo.
Bajar el ph de la piscina con salfumán
A la hora de reducir el pH, es recomendable utilizar los productos reductores que hemos mencionado antes, estos productos suelen estar compuestos de bisulfato de sodio.
Otra opción es utilizar salfumán, ácido muriático (ácido clorhídrico), sulfato ácido de sodio, o incluso bicarbonato de sodio.
En caso de apostar por esta alternativa, hay que tener muy claro que estos productos deben disolverse en grandes volúmenes de agua. Es importante deben introducirlos con bombas dosificadoras conectadas al circuito de recirculación y que no pueden mezclarse el ácido clorhídrico con el hipoclorito de sodio.
También puedes considerar opciones más sostenibles con nuestra guía sobre cómo bajar el pH de forma natural.
Protege el agua de residuos, reduce la evaporación y ayuda a mantener los niveles de pH estables durante todo el año.
¿Es posible reducir el PH de la piscina fácil?
Después de seguir estos pasos, el PH de nuestra piscina debería estar ya en un nivel óptimo y seguro. Es fundamental controlar los niveles periódicamente, para evitar que el ph aumente y garantizar la calidad del agua. sobre todo. Esto resulta especialmente importante al reabrir la piscina después de un período sin uso, ya que un pH desajustado puede ser perjudicial para la salud.
Si, a pesar de un mantenimiento regular, los niveles de pH vuelven a subir, simplemente aplica nuevamente estos sencillos pasos para bajar el pH de la piscina. Aunque el proceso es fácil, debe realizarse con precaución y siempre siguiendo las medidas recomendadas, incluyendo el uso de un kit de prueba para conocer con precisión el estado del agua antes de añadir cualquier producto químico.
Con estos pequeños consejos y el óptimo mantenimiento, las instalaciones de la piscina volverán a estar listas para cualquiera que quiera bañarse en ella. Ahora sólo queda disfrutar.
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